Burgos, ubicada en el norte de España, no solo es un centro histórico con una magnífica catedral gótica, sino también un verdadero hallazgo para los amantes de la cocina tradicional española. Aquí tienes algunos consejos para un viaje gastronómico por esta hermosa ciudad:
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Morcilla de Burgos: Uno de los platos locales más conocidos. Morcilla es una morcilla de sangre preparada con arroz, cebolla y especias. Pruébala en cualquiera de los restaurantes locales, es un excelente ejemplo de un delicatessen tradicional regional.
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Lechazo asado: Burgos también es conocido por sus trozos pequeños de cordero asado a la parrilla. Se pueden encontrar en bares de tapas y restaurantes de la ciudad.
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Vino de Ribera del Duero: Esta región produce algunos de los mejores vinos de España. Asegúrate de probar el vino local mientras disfrutas de almuerzos o cenas.
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Cafeterías y panaderías: Comienza la mañana en una acogedora panadería de Burgos, donde se ofrecen desayunos españoles tradicionales como tostadas con tomate y jamón.
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Cuajada: Este es un postre típico de Burgos que consiste en pasteles dulces. Una excelente manera de terminar una comida.
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Mercados: Visita uno de los mercados locales, como Mercado Sur o Mercado Norte. Aquí encontrarás productos frescos y delicias que puedes llevar contigo para hacer un picnic.
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Restaurantes en el casco antiguo: Pasea por las estrechas calles del casco antiguo, donde encontrarás muchos restaurantes atmosféricos y bares de tapas con cocina tradicional.
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Rutas de pinchos: Haz una ruta de noche por bares para degustar pinchos, pequeñas tapas acompañadas de una copa de vino o sidra.
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Santo Domingo de Silos: Si tienes tiempo, ve a las afueras de Burgos para visitar el monasterio de Santo Domingo de Silos y probar la cocina monacal allí.
No te olvides de reservar mesa en los restaurantes con antelación, especialmente los fines de semana y días festivos, ya que es un destino popular tanto para locales como para turistas. ¡Disfruta de tu viaje gastronómico en Burgos!