Nápoles es una ciudad con una rica historia, cultura y cocina. Aquí tienes un plan aproximado de dos días para que disfrutes al máximo tu tiempo en este lugar maravilloso.
Día 1: Centro histórico y Cultura
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Mañana:
- Desayuno en una cafetería. Empieza tu día con una taza de auténtico espresso napolitano y una sfogliatella, un pastel local. Prueba esto en una de las cafeterías históricas como Caffè Gambrinus.
- Plaza del Plebiscito: visita una de las plazas más famosas de Nápoles. Aquí encontrarás el Palacio Real y la iglesia de San Francisco de Paola.
- Palacio Real de Nápoles: explora la rica historia y los interiores de este magnífico palacio.
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Mediodía:
- Castillo Nuevo: uno de los símbolos de Nápoles, conocido por sus enormes torres y vistas al puerto.
- Almuerzo: elige una trattoria para probar la auténtica pizza napolitana. Por ejemplo, la pizzería "Da Michele" es una de las mejores de la ciudad.
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Tarde:
- Museo Arqueológico Nacional de Nápoles: descubre la rica historia arqueológica de la región, incluyendo colecciones de Pompeya y Herculano.
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Noche:
- Caminata por el barrio de Spaccanapoli: explora esta larga y estrecha calle en el centro histórico, llena de tiendas, iglesias y cafés.
- Cena: detente en un restaurante para probar especialidades napolitanas como pasta con mariscos o quesos frescos.
Día 2: Naturaleza y Alrededores
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Mañana:
- Excursión a Pompeya. Dedica la mañana a visitar este sitio arqueológico único. Desde Nápoles, puedes llegar a Pompeya en el tren de cercanías Circumvesuviana.
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Mediodía:
- Regreso a Nápoles y almuerzo. Al volver a la ciudad, disfruta de un almuerzo ligero, quizás a base de mariscos frescos en el paseo marítimo o un tradicional "panini" napolitano.
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Tarde:
- Ascenso al Vesubio. Si te interesa la aventura activa y vistas impresionantes, sube al Vesubio. Puedes hacerlo con tours organizados.
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Noche:
- Visita al Castillo del Huevo: este castillo está situado en la isla de Megaride y ofrece vistas magníficas de la ciudad y la bahía.
- Cena final: disfruta de la noche en uno de los restaurantes junto al mar, saboreando platos locales y disfrutando de las vistas al mar.
No olvides dejar tiempo para pasear tranquilamente, empaparte del ambiente de la ciudad y, por supuesto, probar el famoso gelato napolitano en una de las cafeterías callejeras. ¡Espero que tengas un tiempo maravilloso en Nápoles!